MASTER DISASTER
En esas charlas insustanciales sobre juegos de rol con uno de mis colegas, uno llega a conclusiones extrañas a veces un poco injustas en las que, el que más o el que menos, se ha visto tras «la pantalla del máster» en la situación de catalogar a los jugadores de la mesa.
No es algo necesario, al contrario, es gratuito y genera una polémica interesante mientras saboreas una cerveza (o lo que sea) en este caluroso verano.
Las partidas que me han tenido en el lado del dictador benévolo (máster de turno) me arrojan la siguiente reflexión que quiero compartir con vosotros:
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- Jugador triple AAA: Es el jugadorazo por excelencia aunque le faltan ciertos matices. Por un lado es un crack interpretativo. Cuando habla, lo hace como si fuera su personaje y cuando crea contenido, ya sea en el historial o entre partidas, siempre ayuda en la historia añadiendo material que un máster espabilado podrá utilizar (contra él o cualquier otro desgraciado de la mesa). Pero por otro, este tipo de jugador viene acompañado de un «yo me lo guiso yo me lo como» que usa para trabajar en solitario. Su aura brilla en la sesión y te puedes encontrar con que algunos compañeros de mesa le idolatran. Sea como fuere, nunca viene mal tener uno al menos en la sesión (rara vez te encontrarás dos… y jamás he visto tres al mismo tiempo). Es alguien fácil de reconocer porque cuando su enano gruñe, él gruñe. Cuando su vampiro se cruza de brazos, él se cruza de brazos… y le verás actuando incluso cuando su personaje no está hablando en la escena.
- Jugador Clase B: Es un tipo bastante común y muy útil. Abunda, lo que es bueno porque es el entusiasta que anima a los demás, que fomenta la partida y que propaga la voz,lo que genera «necesidad» al resto. Esta motivación tanto para los demás jugadores como para el máster es muy necesaria ya que no siempre estás con ganas de dirigir (la vida real puede ser muy mamona) y tener esta figura es fundamental. Además, no juega mal ya que tiene experiencia pero le falta la naturaleza interpretativa del triple AAA de forma que sus intervenciones durante el juego se limitan tristemente a:
- Jugador triple AAA: Es el jugadorazo por excelencia aunque le faltan ciertos matices. Por un lado es un crack interpretativo. Cuando habla, lo hace como si fuera su personaje y cuando crea contenido, ya sea en el historial o entre partidas, siempre ayuda en la historia añadiendo material que un máster espabilado podrá utilizar (contra él o cualquier otro desgraciado de la mesa). Pero por otro, este tipo de jugador viene acompañado de un «yo me lo guiso yo me lo como» que usa para trabajar en solitario. Su aura brilla en la sesión y te puedes encontrar con que algunos compañeros de mesa le idolatran. Sea como fuere, nunca viene mal tener uno al menos en la sesión (rara vez te encontrarás dos… y jamás he visto tres al mismo tiempo). Es alguien fácil de reconocer porque cuando su enano gruñe, él gruñe. Cuando su vampiro se cruza de brazos, él se cruza de brazos… y le verás actuando incluso cuando su personaje no está hablando en la escena.
-«mi pj hace…»
-«mi pj dice…»
- Jugador Clase C: Otro bastante general, que es aquel que se apunta a la partida pero que tampoco aporta nada de forma especial, ni durante la creación del personaje ni durante el desarrollo de la trama. Le gusta jugar al rol y va a las sesiones. Cuando le preguntas, contesta correctamente y puede tener algunos momentos brillantes que te hacen pensar que hay algo «más» pero en realidad a los pocos minutos vuelve a ser esa figura silenciosa que está en partida disfrutando como el que está viendo una película.
- Jugador Clase D: El que podríamos llamar el «no jugador«. Está ahí por algún motivo. Puede decir que le gusta el rol, pero no lo juega. En mi caso me he encontrado este tipo de figura representado en amigos que no tenían otra cosa que hacer o están ahí porque están los demás o simplemente se hacen un pj porque su pareja también juega y ellos/as también quieren. Se limitan a tirar los dados cuando se les pide y rara vez conocen el reglamento. Ni siquiera ponen mucha atención en aprenderlo. Si tu sesión tiene pocos jugadores, pues vale, uno más. Pero entre tener este jugador y llevar en el grupo a un pnj no hay mucha diferencia… ya que harán lo que los demás les digan.
Sí, sé que existen muchas formas de catalogar a los jugadores: el que se sabe las reglas, el que ayuda al máster, el que explota cualquier laguna del juego… pero lo dejaremos para futuros artículos. En este me apetecía hacer mención en cómo se comportan en la mesa a nivel narrativo.
Por ahora, ¿qué os parece? ¿Os sentís identificados con alguno? ¿reconocéis a algún compañero/a?
¿queréis salir del encasillamiento de una de las clases? ¿conocéis un triple AAA?
Fuck yeah
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